(Piura).- Félix de Moya, experto en temas de investigación estuvo en la Universidad de Piura capacitando a los docentes en cómo mejorar la visibilidad de sus investigaciones en el mundo académico actual.
Por Julio Talledo. 11 junio, 2012.(Piura).- Según las cifras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec), hasta el 2010, de los 8 mil investigadores que estaban registrados en el país, solo el 10% (unos 800) estaban en actividad; “del resto no se sabe mucho”, afirmó, en su momento, el expresidente de ese organismo estatal, Augusto Mellado.
“Con estos números poco favorables, algunas universidades han ido avanzando en su labor de investigación”, afirma Félix de Moya, experto español en temas de investigación, quien estuvo en la Universidad de Piura, capacitando a los docentes en cómo mejorar la visibilidad de sus investigaciones en el mundo académico actual.
Luego de revisar las investigaciones de la universidad peruana, ¿cuál es su impresión?
Perú está en una fase bastante inicial del desarrollo científico y tecnológico. Parecía que se iba a producir un desarrollo más acelerado, pero sí se están dando resultados de producción científica de manera más rápida. El Perú ha llegado al nivel de los 1000 trabajos anuales con visibilidad internacional, a pesar de que la tasa de inversión en ciencia todavía es baja. La característica del sistema peruano es que la mayor producción de investigación proviene de las universidades.
La Ley Universitaria establece que “la investigación es función obligatoria de las universidades y los profesores”. Pero, las cifras muestran el poco eco a la norma…
Creo que se cumple de manera muy limitada, excepto en tres universidades –la Cayetano, San Marcos y la Católica– que están por encima de los 100 trabajos anuales con incidencia internacional. Luego, a excepción de unas 15 universidades, entre ellas la UDEP, el resto tiene resultados muy exiguos, no alcanzan si quiera los tres o cuatro anuales.
Y en el continente, ¿cómo está Perú?
Brasil va primero, produce casi el 50% del total; el segundo es México, luego Argentina, Chile, Colombia, Cuba, Venezuela, Puerto Rico, Perú y Costa Rica. Colombia es el puesto 53, Perú el 73, en el mundo. La producción de Perú tiene dos características: la baja tasa de inversión; y su producción, en mayor parte, se desarrolla en colaboración internacional. De cada 4 trabajos que se publican con la participación de un investigador peruano, tres son colaboración internacional; esto hace que la calidad media de estos trabajos sea alta porque las instituciones colaboradoras son de gran prestigio.
Un informe del BID señala que a las universidades privadas les interesa más la formación de profesionales que la investigación, mientras que las públicas no cuentan con recursos. Al 2012, ¿se mantiene este panorama?
No refleja la realidad actual. Aunque aun no hay grandes resultados, los equipos rectores de algunas universidades privadas están poniendo gran empeño por la investigación. En cuanto a las universidades públicas, San Marcos y Cayetano tienen un potencial enorme pues cuentan con colaboraciones de muy alto nivel. Es verdad que los recursos son cortos pero existe margen de crecimiento pues, a pesar de que la tasa de inversión no es alta, Perú seguirá creciendo en producción porque los cuerpos docentes se están incorporando progresivamente a las actividades de investigación; y, en los últimos años, la incorporación ha sido más acelerada.
¿La baja remuneración repercute en la investigación académica? Ganan más como autoridades universitarias que como investigadores…
Hay algo que está afectando más: la cultura de los académicos. Hay un porcentaje de profesores de las universidades peruanas que considera que su actividad fundamental, y por la que se les paga, es la docencia y no la investigación. Tiene que haber una iniciativa, desde el gobierno de las universidades, de cambiar esta mentalidad. Lo importante es apuntar a la eficiencia del sistema, hasta dónde se puede llegar con los recursos disponibles, y en paralelo, hacer el mejor esfuerzo por mejorarlos.
¿El nuevo modelo de ciencia orientada a generar conocimientos con fines comerciales podría desvirtuar la búsqueda de la verdad en la investigación universitaria?
Muchos países enfatizan la generación de conocimiento en relación con la innovación y la transferencia de tecnología a través de las universidades. Esto no significa que las universidades deben montar empresas para innovar productos ni que los investigadores trabajen desconectados de la sociedad. Para que el conocimiento se transforme en innovación tiene que haber emprendimiento, desarrollo empresarial, actividad productiva.
¿El modelo mencionado podría volver a la universidad en una institución más “funcional” y menos “intelectual”?
Son necesarias las dos cosas. Algo que sabemos de la historia de la ciencia es que no sabemos para qué sirven muchos conocimientos que hoy están siendo desarrollados. Cuando alguien hace un descubrimiento, en ocasiones tiene una aplicabilidad inmediata, pero otros conocimientos se aplicarán 50 años después. En cuanto al nivel de aplicabilidad hay que tener una visión a largo plazo porque hay infinidad de ejemplos de cosas que nadie pensó que podrían servir para algo en un principio y con el tiempo se han convertido en esenciales. El tiempo le da su lugar a la investigación.
Para saber
En Perú, Félix de Moya ha trabajado con la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), Universia, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec), y con las universidades de mejores resultados en investigación a nivel mundial.